¿Cuál es el desafío?
Recorrer más de 190km en bicicleta para llegar a casa de mi madre. El mismo día.
¿De qué tienes miedo y por qué?
Temor a no poder conseguir las cosas que me propongo. Sentirme infravalorado. Quedarme tirado a mitad de camino.
Durante mucho tiempo mi autoestima y mi confianza siempre han estado bajo mínimos, y por ende, no me he atrevido a hacer las cosas que siempre he querido hacer.
Eso significa que antes de emprender cualquier desafío que podría tildar de «EXTRAORDINARIO» mi cuerpo y mi mente no estaban en sintonía.
Uno decía que podía y el otro no. Comenzar así cualquier desafío es tirar una moneda con las dos caras iguales. Sea como sea ya sabes cuál va a ser el resultado.
Pero esto último ya es historia. Ahora me siento empoderado y con la confianza suficiente para mirar alto y atreverme a escalar.
¿Qué tal ha ido la experiencia?
Este desafío forma parte del viaje que hice desde Sevilla a Barcelona en bicicleta y que puedes ver aquí.
Amanecí en mitad de una carretera entre Santa Margarida de Pulpils y Peñíscola. El atardecer, después de tan larga travesía y aventura, pude contemplarlo en el sitio a donde pretendía llegar: Cubelles, el pueblo donde estaba mi madre.
Fueron más de 175km a lomos de Estrella (si, le puse nombre a mi bicicleta) una bicicleta de 50€ que me ha dado más alegrías y crecimiento personal que muchas otras cosas.
Me hubiera encantado poder haber hecho alguna foto o algún video. Pero el tiempo estaba en contra. Tenía que llegar a Cubelles y darle un abrazo a mi madre. Y las horas pasaban y avanzaba muy lentamente.
A mitad de camino pasó lo que tenía que pasar: me quedé sin baterías y el GPS estaba a punto de apagarse. Afortunadamente solo tenía que seguir el el curso del mar (Cubelles es un pueblo de mar) y en algún momento u otro llegaría al destino.
Finalmente pude llegar a casa de mi madre, darle un abrazo y celebrarlo en un italiano.
¿Porqué considero esta travesía como EXTRAORDINARIA?
180km en bicicleta para muchos deportistas les sabrá a poco. De eso estoy seguro. Pero precisamente lo considero extraordinario no porque yo lo diga ni mucho menos, sino porque no soy un deportista entrenado.
No tengo experiencia yendo en bicicleta y mucho menos entreno. La bicicleta tampoco es muy moderna, así que lo considero extraordinario porque jamás imaginaba qué podría con semejante viaje.
Todos tenemos el potencial para vivir aquellas cosas que valgan la pena mencionar. Suena a mensaje muy happy, pero es así, tan sólo tenemos que enfrentarnos a nuestro miedo, trazar un plan de acción y hacerlo de la mejor manera posible dentro de nuestras posibilidades.
Y aunque no lo hubiera conseguido me hubiera sentido tremendamente feliz de haberme enfrentado a mi propio miedo. Sólo con eso ya me sentía diferente, renovado, con algo dentro de mi transformado.
Cosas tan nimias como un viaje en bicicleta han conseguido transformarme por dentro.
NO importa el desafío, el reto, la aventura, la acción que vayas a emprender… lo que SÍ importa es el proceso que conlleva cualquiera de estas palabras.
El proceso y lo que sientes durante ese trance es lo que te va a dar crecimiento.
Es indiferente si lo que quieres es hacer una maratón o atreverte a decirle a alguien si quiere tomar un café. Ambas cosas son extraordinarias, eres tú quien le da el significado de «extraordinario».
Si me estás leyendo, te animo desde aquí que confíes en ti mismo y en tus posibilidades. Si eres una persona temerosa como yo, creerás que las cosas más grandes no están reservadas para ti, sino para otro tipo de personas.
Créeme, tienes un poder increíblemente enorme dentro de ti. Está dormido, esperando a ser llamado. Empieza a salir de tu seguridad y comienza a emprender aquellas cosas que siempre has querido. De esa manera alimentarás ese poder interior y tarde o temprano emanará de ti una energía arrolladora.
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